Las creaciones de Guim Tió tratan sobre el concepto de belleza, centrándose en la tiranía de la imagen y la propia belleza existente en la sociedad actual. El artista utiliza el lenguaje pictórico para transformar los modelos que bombardean nuestras vidas desde revistas o televisión, aplicando ceras de colores que cubren las figuras, dejando intactos algunos elementos de la fotografía original. El resultado, seres deshumanizados y, muchas veces, siniestros.